esa puta sensación de estar haciendo todo mal, en el peor momento, en el lugar equivocado y con la gente que no se lo merece. eso siento. la desilusión de seguir siendo la misma pelotuda de siempre, vacía y sin rumbo de hace unos años, años que todo el tiempo vuelven a mi mente, y que nunca se me fueron de adentro. Pero sonrío. es mi mayor virtud: no perdí la capacidad de fingir.
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